JUNTOS, PODEMOS

… y encima, estos días, logramos éxitos no solo deportivos, sino de gestión. En Bruselas, frente a los todopoderosos -los de siempre-, Rajoy se ha erigido como el líder que nuestro país necesita; ese líder que lucha por el bienestar de los españoles con decisión y firmeza, que defiende su proyecto aun sacrificando su vida familiar y su ocio por abordarlo, aquel que como español persigue sus sueños que son los de todos los españoles, aquel que trata de evitar que el suelo se hunda bajo nuestros pies, y así, con un gran líder, un extraordinario equipo y una amplia mayoría parlamentaria, debemos seguir acometiendo actuaciones si queremos conseguir, entre todos, que nuestro país vuelva a ser el que fue, vuelva a alcanzar el nivel de bonanza económica y social y el posicionamiento internacional, que nunca debió perder.

El camino que debemos recorrer no es, precisamente, un lecho de rosas, por el contrario, son numerosas las medidas severas y ciertamente incómodas que debemos adoptar de forma enérgica, si queremos consolidar el proyecto de recuperación del país que ha planificado el gobierno. Entre ellas, mantener la austeridad en el gasto público corriente y así aliviar la presión fiscal al empresario y de ese modo al consumidor, asumir impuestos sencillos sin agravios comparativos, dar prioridad en el gravamen a la renta generada frente a la gastada, controlar y suprimir la cultura del subsidio y del gasto público discrecional, persistir con la inversión y mejora en infraestructuras que ayuden a dinamizar la economía enlazando lugares capitales. Sin duda, son fundamentales, la supresión progresiva de los organismos superfluos o entidades, la potenciación y mantenimiento de las fuentes de energía con mayor rendimiento, la revisión de toda financiación pública, como sindicatos, organizaciones empresariales y partidos políticos, y lograr un sistema educativo que ofrezca calidad, competitividad y excelencia con independencia de quién lo gestione, ente público o privado. Prioritarias resultan, también, las políticas férreas de apoyo a las tecnologías con capacidad de innovación y la supremacía del poder central del Estado con capacidad del mismo para controlar de forma efectiva el gasto de las Comunidades Autónomas y de los Ayuntamientos.

España atraviesa un momento intrincado de su historia y nuestro gobierno afrontará -sin dudas y sin vacilaciones- todos los desafíos que tiene que superar nuestra sociedad, pero no debiera hallarse solo en esta cruzada, necesita la ayuda de todos los españoles, porque –tal como hemos demostrado a lo largo de nuestra combativa tradición-, entre todos somos capaces de obtener los mejores resultados y solo con la colaboración y la suma de muchos nuestro país recuperará su alma.

España está de enhorabuena y no exclusivamente por el fútbol, tenemos un gobierno que afronta el desafío.

Juntos podemos.